"Hay que reorientar la organización para aprovechar el potencial de las tecnologías, y esto sí es lo que producirá esta transformación", Juan Fernando Muñoz

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Juan Fernando Muñoz

Según la Brújula Digital, que está marcado el rumbo de la digitalización en la Unión Europea, para 2030, todos los servicios públicos clave deberían estar disponibles en línea y, además, todos los ciudadanos deberían poder acceder a su historial médico de manera electrónica.

Juan Fernando Muñoz, Secretario General de Salud Digital, habló de las iniciativas de Transformación Digital en el ámbito de la Sanidad que se están llevando a cabo, en el Foro IT User: Administración pública, afrontando la década digital. Tal y como explicó, “estamos trabajando en la Estrategia de Salud Digital. Centramos ahí todos nuestros esfuerzos. Para nosotros, la digitalización es algo transversal, y su capacidad de transformación en cualquier sector concreto es incremental por su ubicuidad e inmediatez y la posibilidad de prestar servicio desde dispositivos comunes como los teléfonos o las tabletas. La Sanidad es, sin duda, uno de los sectores con mayor capacidad de mejora con la incorporación de las tecnologías digitales, como señalan desde hace años la OMS, la OCDE o la Unión Europea”.

Juan Fernando Muñoz expuso las claves de la Estrategia Nacional de Sanidad Digital (Clica en la imagen para ver el vídeo).

Al hablar de la transformación digital “estamos hablando de un cambio fundamental en las organizaciones, de una renovación de los métodos de trabajo y de una evolución en los modelos de relación internos y externos gracias a la implementación de las nuevas tecnologías. Esto supone variar el enfoque, porque la tecnología no es un mero facilitador sin plantearnos qué, cómo y para qué hacemos las cosas, o incluso si es necesario seguir haciéndolo. La tecnología, por sí, sola, no produce una transformación digital. Hay que reorientar la organización para aprovechar el potencial de las tecnologías, y esto sí es lo que producirá esta transformación. Por eso, todos los componentes de la organización deben ser conscientes de los retos planteados, que en el caso de la Sanidad son muchos”.

La pandemia, apuntó Juan Fernando Muñoz, “ha puesto de manifiesto la necesidad de cambiar muchos elementos para estar en condiciones de afrontar situaciones como las que hemos vivido. En especial, la necesidad de reforzar la atención primaria, como núcleo de los sistemas sanitarios; el carácter crítico de la información y los datos; así como la importancia de incrementar la sostenibilidad, la resiliencia y la equidad del conjunto, como garantía de la salud de todas las personas”.

 

Palancas para el cambio

Para este responsable, “las tecnologías digitales son una de las palancas más potentes para contribuir a alcanzar estos resultados, pero su aplicación en el conjunto del Sistema Nacional de Salud requiere una estrategia de alcance nacional. La transformación digital del sector sanitario no debe ser una mera cuestión de cambio tecnológico, sino que ha de incorporar un cambio adaptativo en las actitudes y habilidades humanas, así como en los marcos legales, la organización del trabajo asistencial y de gestión, para dar respuesta a los retos que enfrentan los sistemas sanitarios”.

Es por esto por lo que desde el Ministerio de Sanidad “hemos trabajado con todas las comunidades autónomas en el desarrollo de esta Estrategia Nacional de Salud. Esta estrategia busca alinear las iniciativas de transformación digital de todo el país con la propia sanidad. Aborda la estrategia de transformación del Sistema Nacional de Salud como un paso fundamental para alcanzar una atención preventiva, diagnóstica y terapéutica centrada en el paciente, y que contribuya al objetivo esencial: la salud de las personas”.

Esta estrategia parte de alinear “con las que ya habían sido publicadas, como la Estrategia de España Digital, la de Inteligencia Artificial, la de Política Industrial, la de Medicina Personalizada y la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación, además de los programas europeos Digital Europe for Health y Horizonte Europa. A partir de ahí, con diferentes grupos de trabajo, creamos un borrador, que es el que llevamos a aprobación”.

“La Transformación Digital del sector sanitario no debe ser una mera cuestión de cambio tecnológico”

El objetivo de esta estrategia es, en palabras del Director de Salud Digital, “ser un espacio común donde desarrollar estas iniciativas de transformación digital sobre el sector de salud, y para ello, se basa en unos principios rectores, los del propio Sistema Nacional de Salud, autonomía de los pacientes, desarrollo de los profesionales y la transformación digital de forma sistémica. Buscamos capacitar e implicar a las personas en el estado de su salud; hacer más eficientes y mejores los procesos e instrumentos que les damos a los profesionales sanitarios; adecuar el progreso del sistema sanitario a la sociedad, que tiene un gran foco en la innovación y en la denominada Medicina 5P (Poblacional, Preventiva, Predictiva, Participativa y Personalizada); y contar con información de calidad e interoperable mediante la creación de un espacio de datos de salud, para generar el conocimiento clínico y científico y la evaluación y mejora de los servicios médicos. Todo ello apoyado en tres líneas transversales que deben estar presentes en todos los proyectos, como son el impulso de la analítica avanzada de datos, el refuerzo de la interoperabilidad de la información sanitaria a nivel nacional e internacional, y el desarrollo de los servicios sanitarios digitales e inteligentes”.

 

Modelos organizativos y desarrollo de proyectos

Esta estrategia busca alinear la transformación con el resto de actuaciones “y esto es así porque en nuestra organización, en materia de competencias, la estrategia debe definir los modelos organizativos que permitan el desarrollo de los proyectos de la manera más adecuada. En este caso, teniendo en cuenta el esquema competencial en España, tenemos tres modelos de ejecución en función de las áreas que se han identificado con los diferentes agentes. Los modelos donde aplicaremos los fondos son, por una parte, aquellos en los que ya veníamos trabajando con las comunidades, y en los que el Ministerio asume la ejecución con la participación de las comunidades, algunos mediante la compartición de información y otros porque no se pueden crear, como la receta electrónica interoperables. Estas iniciativas nos permiten obtener el máximo beneficio para todo el Sistema Nacional de Salud y para la sociedad en su conjunto. El segundo modelo es la ejecución colaborativa con las comunidades lideradas o coordinadas por el Ministerio, con lo que buscamos convertir la fragmentación del sistema en una ventaja, aprovechando lo mejor de cada una para llevarlo al resto. Y, finalmente, una serie de proyectos con una competencia conjunta que no se pueden hacer de otra manera, como puede ser la vigilancia epidemiológica. Es en estas tres áreas donde la combinación de presupuestos del Ministerio de Sanidad y los fondos europeos, nos permitirán empezar a trabajar en proyectos que consideramos más prioritarios, donde destacan los relacionados con el refuerzo del Sistema Nacional de Salud, incluyendo ese espacio de datos del Sistema Nacional de Salud, la historia clínica interoperable, o la receta electrónica interoperable que permitió, durante el período más duro del confinamiento, a más de 200.000 personas recibir su medicación fuera de la comunidad autónoma de su residencia habitual. Asimismo, también los proyectos destinados a impulsar los centros sanitarios digitales y la atención personalizada a colectivos específicos, como pacientes crónicos, pluripatológicos o residentes en áreas remotas. Por último, el desarrollo de un nuevo sistema de vigilancia de amenazas sanitarias con el que estamos plenamente comprometidos”.

Todas estas actuaciones se articulan en torno a un conjunto “de reformas e instrumentos de colaboración para transformar la cadena de valor del sector. En concreto, recientemente se ha publicado el anteproyecto de ley por el que se modifican ciertas normas para consolidar la equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud como un instrumento fundamental de estas reformas a las que la tecnología debe dar soporte, así como el PERTE de Salud en Vanguardia del que somos co-ponentes como uno de estos elementos fundamentales. En todos estos proyectos, la participación e implicación del personal TIC es clave en el éxito. Debemos ser catalizadores en la incorporación de estas tecnologías al servicio de la salud de las personas y facilitadores del uso de las mismas por parte de los profesionales y de los pacientes. Podemos y debemos aspirar a que las mejoras que la tecnología puede aportar lleguen a todas las personas, reforzando la sostenibilidad, equidad y cohesión, que son señas de identidad de nuestro Sistema Nacional de Salud, garantizando, a la vez, la privacidad de los pacientes y el uso seguro y ético de los datos, en beneficio de toda la sociedad. Debemos aspirar a que nuestro trabajo contribuya a transformar el Sistema Nacional de Salud, incrementando la calidad de la atención sanitaria, porque eso supondrá aumentar la calidad de vida de todos los ciudadanos”.