Desafíos digitales para el Sector Público en 2022 según Jesús Galindo, de Salesforce

La incorporación de la resiliencia organizativa a través de la transformación digital estará en la agenda de todos los líderes del Sector Público. De cara al año que acabamos de estrenar, estas son algunas de las tendencias que se van a ir materializando en las administraciones.

La presión para ofrecer experiencias "digital-first" seguirá creciendo

La digitalización es fundamental para nuestra recuperación económica. Es clave para la supervivencia de muchas empresas y vital para mantener los servicios públicos. En el contexto del cambio climático y la pandemia, la urgencia de digitalizar los procesos y servicios del Sector Público no hará más que aumentar. Incluso estamos empezando a ver este requisito de invertir en lo digital integrado en la ley.

El futuro del Sector Público será multicanal, con prioridad para los dispositivos móviles y con capacidad digital. Al igual que ocurre en el sector privado, la posibilidad de ofrecer experiencias digitales conectadas, la unificación de los canales digitales y la garantía del flujo de trabajo en todas las organizaciones de la administración pública son cuestiones prioritarias. Tanto si se trata de la tramitación de solicitudes de permisos de conducir como de urbanismo, los ciudadanos deben poder dirigirse a la administración a través de una sola fuente, sin necesidad de navegar por varios departamentos y sistemas. Esto es posible utilizando una plataforma de participación flexible y escalable que ponga al ciudadano en el centro.

Además de dar prioridad a lo digital, una de las tareas principales de los gobiernos será ayudar a sus ciudadanos a convertirse en nativos digitales para que puedan aprovechar estas nuevas tecnologías y prosperar en la economía digital. En 2022, se espera un aumento de la inversión en la mejora y el refuerzo de las competencias digitales de toda la sociedad.

El año pasado, España obtuvo importantes ayudas de la Unión Europea para contribuir a esta digitalización de la sociedad. A través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno, se han canalizado los 19.000 millones de euros recibidos por las instituciones europeas y, con este plan, se  traza la hoja de ruta para la modernización y digitalización de la economía española. En 2022, se seguirán invirtiendo estos fondos para contribuir a la transición digital de la sociedad, teniendo en cuenta que el plan se centra en la primera fase de ejecución del periodo 2021-2023, en el que se movilizarán cerca de 70.000 millones de euros. En línea con esto, recientemente hemos visto cómo el Gobierno aprobaba el Programa Kit Digital por el que se regulan las ayudas para la digitalización de las pymes, con una dotación de hasta 3.000 millones de euros.

A medida que los puestos de trabajo continúen evolucionando, también lo harán las expectativas de los empleados

En todos los sectores, los empleados quieren flexibilidad, autonomía y poder elegir dónde, cuándo y cómo trabajar. Este año veremos cómo más administraciones públicas tratarán de ofrecer experiencias digitales y conectadas a sus empleados para impulsar la productividad. Aprovechar las tecnologías en la nube y colaborativas, así como las estrategias para cuidar la salud mental y el bienestar de los empleados son algunos ejemplos de cómo se puede lograr estos objetivos.

Será importante aplicar una estrategia que permita a los empleados acceder fácilmente a las aplicaciones y a los datos que necesitan para realizar su trabajo de la forma más eficaz, desde cualquier lugar. También serán relevantes las herramientas de comunicación, como el chat en directo y los servicios de asistencia digital, para resolver los problemas de los empleados, como las peticiones de ayuda informática. Con una plataforma segura y unificada, el flujo de trabajo adecuado y la hiperautomatización, los organismos públicos mejorarán la experiencia de los empleados y los ciudadanos.

Los modelos abiertos de datos serán cada vez más comunes

En lo que respecta a los datos, la transparencia seguirá siendo la prioridad del Sector Público y de los ciudadanos. Durante la pandemia, las administraciones públicas que han contado con modelos abiertos de datos han demostrado ser las más ágiles.

Los ciudadanos están dispuestos a compartir más datos con la administración y a ser más abiertos. El uso eficaz de sus datos es esencial para crear una experiencia personalizada, pero también para ganar confianza, mejorar el compromiso y obtener los resultados de las políticas que se desean.

Sin embargo, la transformación digital no es un cambio fácil. Los silos de datos y los sistemas heredados, así como la insuficiencia de capacidades técnicas, se perciben a menudo como un ancla que impide a las organizaciones del Sector Público llegar a donde quieren. En muchos casos, no es la tecnología lo que frena a las organizaciones. Más bien se debe a la forma en que las organizaciones han configurado sus sistemas para manejar los datos.

Una prioridad clave en los próximos meses para las administraciones públicas será la de construir una arquitectura moderna basada en datos que integre todas las fuentes de estos para generar una cultura de datos en todas las organizaciones y, a la vez, formar al personal para que los comparta y aproveche de forma eficaz y transparente.