El Ayuntamiento de Málaga combatirá delitos mediambientales mediante nuevas tecnologías

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El objetivo de este proyecto, llamado EMERITUS y financiado por la Comisión Europea, es realizar y aplicar un protocolo para la investigación de estos crímenes aprovechando la integración de tecnologías innovadoras de vigilancia y análisis. CIFAL Málaga participará con el desarrollo de un programa de formación para las autoridades policiales de seguridad, centrado en la investigación y prevención de los delitos medioambientales.

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El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Seguridad, y CIFAL Málaga, participan como socios en el Proyecto EMERITUS, financiado por la Comisión Europea con el fin de desarrollar soluciones para la detección precoz de daños medioambientales a través de las nuevas tecnologías. El proyecto tiene una duración de 36 meses. 

El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Avelino Barrionuevo, y el director de CIFAL Málaga, Julio Andrade, han presentado en rueda de prensa este proyecto europeo con el que se persigue realizar y aplicar un protocolo para la investigación eficaz de los delitos medioambientales, aprovechando la integración de tecnologías innovadoras de vigilancia y análisis (drones, datos por satélite, sensores virtuales, datos de geo-inteligencia, etc.) y en un programa de formación complementario destinado a fomentar las capacidades de las autoridades encargadas de la aplicación de la normativa medioambiental. 

Para lograr este objetivo el consorcio ha reunido a ocho autoridades policiales de cinco países, cuatro expertos en seguridad, dos especialistas en formación y seis socios tecnológicos, que serán el núcleo de la plataforma. Así, en el proyecto participan un total de 23 socios, entre administraciones locales, policías, centros tecnológicos y de investigación y empresas. Las acciones se desarrollarán en las ciudades de Málaga, Turín y Atenas, además de en la frontera entre Rumanía y Moldavia. 

El consorcio se centrará en la co-creación de un protocolo de intervención centrado en la investigación de delitos medioambientales, orientado a la creación de una plataforma de geo-inteligencia. Esta plataforma integrará varias tecnologías de vigilancia e investigación y fuentes de datos, en una única visión para apoyar a las autoridades policiales y a los responsables de la toma de decisiones. 

En este sentido, el Ayuntamiento de Málaga, desde que el pasado mes de junio se aprobara en Junta de Gobierno Local la adhesión a este proyecto europeo, está trabajando a través de la Policía Local, y en coordinación con la Empresa Municipal de Agua, EMASA y el Área de Medio Ambiente, mediante los Grupos de Informática y Protección de la Naturaleza, en las zonas donde se pueden producir vertidos que dañen la calidad del agua y pongan en peligro el hábitat natural del río Guadalhorce. Para ello se está estudiando los puntos en los que se han detectado dichos vertidos y la posible ubicación de sensores y cámaras propuestos por CETAQUA como socio del proyecto y participante directo en el caso de uso de Málaga. Si bien en un principio se pensó en la detección de aguas fecales, se está trabajando en incluir otro tipos de vertidos como detergentes o aceites.” 

Por su parte, CIFAL Málaga va a desarrollar un programa de formación para las autoridades policiales de seguridad, centrado en la investigación y prevención de los delitos medioambientales (relacionados con los residuos), combinando aspectos teóricos y simulaciones prácticas para que los usuarios finales puedan utilizar la plataforma y las tecnologías relacionadas. 

Proyecto de la Comisión Europea
EMERITUS es un proyecto aprobado por la Comisión Europea para luchar contra los delitos contra el medio ambiente, que, pese a ser muy lucrativos, tienen sanciones escasas y suelen ser más difíciles de detectar que otras formas más tradicionales de delincuencia organizada. Estos delitos suponen un alto riesgo para el medio ambiente, el clima y la salud, y son muy perjudiciales para el conjunto de la sociedad. 

Las autoridades policiales y otros profesionales de la seguridad necesitan nuevos medios, tanto tecnológicos como de inteligencia, para prevenir y combatir las actividades ilegales relacionadas con el medio ambiente, como el vertido ilegal de residuos, el tráfico de residuos y el comercio ilegal de refrigerantes, incluidos los gases que agotan la capa de ozono y los hidrofluorocarbonos (HFC). 

Se necesitan soluciones innovadoras para ayudar a las autoridades policiales y a otros profesionales de la seguridad pertinentes a encontrar sustancias contaminantes vertidas intencionadamente en la tierra y el agua (por ejemplo, desarrollando o mejorando las tecnologías existentes capaces de diferenciar dichas sustancias de los componentes no contaminantes, posiblemente con enfoques de teledetección), a detectar residuos peligrosos (por ejemplo, combustible o equipos electrónicos) y a tener una imagen de inteligencia completa de este tipo de delitos (como el modus operandi de las organizaciones delictivas implicadas en este tipo de delitos, tanto en línea como fuera de ella).