La Comisión Europea informa sobre los avances generales en la Unión de la Seguridad
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La Comisión adoptó ayer el séptimo informe de situación sobre la aplicación de la Estrategia de la UE para una Unión de la Seguridad 2020-2025.
El informe Estrategia de la UE para una Unión de la Seguridad 2020-2025 ofrece una visión general de la aplicación de la Estrategia para una Unión de la Seguridad desde su adopción en 2020. Hace balance de los progresos y logros en cinco ámbitos clave: protección de las infraestructuras físicas y digitales de la UE; lucha contra el terrorismo y la radicalización; lucha contra la delincuencia organizada; refuerzo de la cooperación policial y judicial; y cooperación con los socios internacionales.
La Comisión ha cumplido todos los compromisos contraídos en el marco de la Estrategia para una Unión de la Seguridad y ha incorporado nuevas iniciativas para responder a los retos emergentes y cambiantes en materia de seguridad a lo largo de los años. Cuatro años después de que comenzara a aplicarse, la Estrategia ha consolidado el conjunto de instrumentos de seguridad de la UE y ofrece ahora una base poderosa para la protección de los europeos en el futuro.
Los seis puntos abordados en la Estrategia son:
- Refuerzo de las infraestructuras físicas y digitales de la UE
- Lucha contra el terrorismo y la radicalización
- Lucha contra la delincuencia organizada
- Refuerzo de la cooperación policial y judicial
- Consolidación de la cooperación en materia de seguridad con los socios internacionales
- Colaboración con las agencias de la UE para aplicar la Unión de la Seguridad
El refuerzo de las infraestructuras físicas y digitales de la UE
Lo que más atañe a la administración electrónica lo encontramos en el primer punto del Informe "Refuerzo de las infraestructuras físicas y digitales de la UE". Sobre este aspecto se destaca el aumento de los ataques híbridos contra infraestructuras críticas en la UE.
Estos ataques han puesto de relieve la necesidad de acrecentar su protección y resiliencia para prevenir o mitigar el impacto de las perturbaciones de los servicios esenciales a los que sostienen. Desde 2020, la Comisión ha propuesto nuevas normas horizontales para reforzar las infraestructuras críticas de la UE, tanto en línea como fuera de línea, en una gama más amplia de sectores, así como la Directiva relativa a la resiliencia de las entidades críticas y la Directiva relativa a las medidas destinadas a garantizar un nivel común de seguridad de las redes y sistemas de información en la Unión (SRI 2), ambas en vigor desde enero de 2023. La Comisión también ha adoptado una serie de medidas a nivel sectorial para incrementar la resiliencia de las infraestructuras críticas, en particular en los sectores de la energía, el transporte, la seguridad marítima, la conectividad, el clima, el espacio, las finanzas y la salud.
Ante el aumento de los ciberataques en los últimos años, la Comisión ha dado pasos importantes para mejorar la ciberseguridad en los Estados miembros y en las instituciones, órganos y organismos de la UE, reforzar la seguridad de las cadenas de suministro y los productos e impulsar las capacidades de detección y respuesta a incidentes cibernéticos a escala de la UE. Entre ellos se incluyen la Ley de Ciberresiliencia, que garantizará la ciberseguridad en el diseño de los productos de hardware y software, y la Ley de Cibersolidaridad, que reforzará las capacidades de la UE para detectar amenazas y ataques significativos y a gran escala en materia de ciberseguridad, prepararse para ellos y responder a ellos.