EBSI: blockchain para securizar los datos de los europeos y mejorar sus desplazamientos por el continente

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EBSI can help

La DG DIGIT (Dirección General de Informática de la Comisión Europea) presentó, en formato online, varios casos de uso para su proyecto EBSI. Se trata de una iniciativa sustentada por la tecnología blockchain con la que se pretende lograr, mediante certificados digitales y carteras electrónicas, validar nuestras credenciales como europeos desde cualquier país de la Unión. El éxito del mismo redundará en la privacidad de los datos de los usuarios y la agilidad en el mercado digital continental.

EBSI es el nombre de una iniciativa conjunta de la Comisión Europea y la European Blockchain Partnership que busca aprovechar los beneficios de la cadena de bloques para acelerar la creación de servicios transfronterizos para las administraciones públicas y sus ecosistemas a partir de la verificación de la información.
 
Desde 2020, la Unión Europea ha estado desplegando una red de nodos distribuidos por toda Europa con el objetivo de apoyar las aplicaciones centradas en ciertos casos de uso seleccionados, como aquellos que facilitan la movilidad de los estudiantes, los jóvenes profesionales y los empresarios, u otros que sirven para garantizar y verificar la autenticidad de la información digital en diferentes sectores.
 
EBSI luce, por tanto, como el presente de un plan de futuro que marcará “los próximos 10 años, que deben suponer 'la década de la Europa digital'”, según confesó Veronica Gaffey, directora general de DG DIGIT (European Commission Directorate-General Informatics, por sus siglas en inglés), durante el evento EBSI Demo Day, realizado online el pasado 31 de mayo.
 
 
Para Gaffey, la clave es trabajar con tecnologías disruptivas “capaces de crear nuevos trabajos, modelos de negocio y formas de vivir”. “Ahora bien, para sacar todos los beneficios que buscamos en esas tendencias es necesario confiar en la información que recibimos, ya sean diplomas, licencias de conducción o identidades digitales. En este sentido, blockchain, junto a las carteras digitales y los nuevos formatos de información, serán fundamentales, pues harán que las credenciales de verificación sean casi imposibles de falsear”, explicó.
 
La directora de DG DIGIT, Natalia Aristimuño Pérez, recordó, a continuación, que la importancia de las tendencias digitales era notable incluso antes de la pandemia, “cuando contribuían al crecimiento y la transformación de las economías europeas”. “Esas tecnologías disruptivas otorgaban entonces resiliencia y adaptación. En ese sentido, vemos ahora cómo blockchain permite convertir un diploma normal en uno verificable que tendremos muy a mano, en nuestra cartera digital, y que, por ser 100% verificable, será imposible de falsear”.
 
Creamos esta red de blockchain para mejorar la privacidad de la gente, siempre en sintonía con los valores de Europa. El ánimo fue siempre facilitar la información verificable, así como contribuir al desarrollo de la economía europea y a la promoción de la transformación digital verde. A partir de ahora será más fácil para los europeos estudiar, vivir o trabajar en cualquier lugar del continente, lo que fomentará la creación de un mercado interno potente”, expuso.
 
EBSI, pues, como un modelo colaborativo sustentado en la cadena de bloques con la intención de favorecer la interoperabilidad europea. Una colaboración que cuenta con todos los miembros de la UE, a los que se han sumado Noruega y Liechtenstein para conquistar una descentralización que redunde en beneficio de la economía digital.
 
 
Así lo explicó Pierre Marro, responsable político de DG CONNECT: “La idea es enfocarse en el apoyo a los servicios públicos a través de la tecnología. Estos serán una prueba de futuro para el desarrollo de la web 3.0. Y es que, la naturaleza disruptiva de blockchain no es, per se, nuestro objetivo, sino reforzar la confianza y la eficiencia particular de los procesos multi-country, como la trazabilidad. Para ello, ponemos al ciudadano en el centro. Él será quien controle el tipo de información que comparte. También saldrán reforzadas la privacidad y la seguridad”.
 
“Probablemente somos los únicos en el mundo haciendo esto, o sea, juntando 30 países en un modelo de cooperación sostenible”, continuó. “En este contexto, y como autoridades públicas, hemos de prestar mucha atención a la regulación GDPR, pues el diálogo con nuestras más recientes normativas es lo que convertirá a EBSI en uno de los proyectos de máxima importancia para la Comisión”, remató.
 
El ponente quiso señalar, a continuación, las cuatro características más importantes del plan:
 
Track and Trace – Se trata de garantizar la integridad en el rastreo de los datos o documentos, así como en el seguimiento de los productos en la cadena de suministro a través de su pasaporte digital. “Esto será muy importante para cumplir con la agenda verde de la Unión”.
 
Trusted Data Exchange – Mejora la aplicación de la política de la UE y de los procedimientos de cumplimiento entre administraciones, como pueden ser, por ejemplo, la gestión de la demanda de asilo o el intercambio del número de IVA para los productos de importación. “En este punto, quiero resaltar que las infraestructuras proveerán ledgers electrónicos (libros de contabilidad electrónicos) cumpliendo con las regulaciones de la identidad digital de la Unión”.
 
Verifiable credentials – Devolverá el control de las credenciales a los ciudadanos a través de diplomas o certificados de desplazamiento vinculados a su identidad digital, lo que reducirá significativamente los costes de verificación y mejorará la confianza en la autenticidad.
 
IP management – Facilitará a los titulares de derechos la comprobación y la gestión de la propiedad intelectual.
 
“Si nos preguntamos hoy qué es EBSI, la respuesta sería ‘un modelo centrado en el usuario, descentralizado y reutilizable en múltiples contextos y casos de uso’. No en vano, se basa en normas abiertas que logran estimular la interoperabilidad y la creación de servicios públicos transfronterizos, razón por la que usa 45 nodos de 23 países distintos. Un número siempre sujeto a la evolución, pues el proyecto está abierto a la participación permanente”, concluyó.
 
 
Daniel Du Seuil, coordinador del proyecto, tomó entonces la palabra para hablar del ciclo de vida y las capacidades de EBSI desde dos perspectivas: la complejidad de la cadena de bloques y el poder de las credenciales de verificación. El primer punto lo explicó así: “Buscamos la soberanía de la identidad, la Seguridad Social y la identificación de nuestros diplomas. O sea, apoyamos múltiples beneficios porque el sistema es múltiple también. Este sistema complejo, por su naturaleza descentralizada, lleva un lógico tiempo de desarrollo que no puede enfrentar a solas el sector público. Por eso estamos buscando diversas formas de financiación privada, porque este proyecto precisa de una gran interacción a muchos niveles si queremos que no haya lagunas en las capacidades que queremos dar a los ciudadanos”.
 
Para hablar del poder de las credenciales de verificación, Du Seuil decidió repasar tres casos de uso donde EBSI puede aportar valor añadido:
 
1. EBSI’s Self-Sovereign Identity Model – Permitirá implementar la verificación transfronteriza de credenciales de identidad basada en el ciclo de vida de las credenciales verificables. “Por ejemplo, un pasaporte verificado por un país A podrá también ser verificado por una entidad de un país B de forma fácil, proponiendo un modelo de sencillez y confianza”. 
 
2. EBSI’s Diploma Use Case – EBSI se puede aplicar a la verificación transfronteriza de credenciales educativas basada en el ciclo de vida de las credenciales verificables. “O sea, que un certificado verificable (como un diploma) expedido por un país (A) podrá ser verificado por la universidad de otro país (B) sin excesos burocráticos”.
 
3. EBSI’s Social Security Use Case – Este caso de uso está centrado en la tarjeta europea de Seguridad Social. EBSI podrá implementar la verificación transfronteriza de la cobertura de la Seguridad Social de los trabajadores desplazados, lo que significa que, si la institución competente de la Seguridad Social de un país emite un documento verificable, el inspector de otra nación lo podrá comprobar rápidamente y de la manera más sencilla.
 
El evento continuó con la intervención de João Frade, jefe del sector Comisión Europea DG DIGIT, que se propuso aclarar las bondades de EBSI mediante un ejemplo práctico: la digitalización de los registros. “Siempre hemos buscado la verdad en los registros. Es algo que seguimos haciendo hoy, cuando vamos a resolver algún trámite a la Administración. Sin embargo, este paseo ya no es necesario, porque también podemos hacerlo online. Es así: las fuentes de datos auténticos son ahora digitales y están en línea. Y si hay un modelo presto a la extinción, ése es el analógico, ya que nuestras sociedades están volviéndose cada vez más digitales, lo que nos empuja, asimismo, a buscar nuevos patrones para asegurar que podemos confiar en la información”, comentó.
 
En este contexto, Frade aseguró que “la gran novedad es que la entidad que ha expedido un documento por fin lo puede hacer verificable”. “Ahora, la entidad te lo manda al teléfono y, desde ahí, el usuario se lo puede mostrar a un verificador. El ledger de EBSI juega aquí su rol, porque el verificador necesitará confiar tanto en el sujeto como en la entidad que ha expedido el documento”, recalcó.
 
Para lograr que todo este proceso de certificación funcione, se precisará de tres tecnologías clave:
 
1. Credenciales verificables – Una nueva forma de expresar información.  
 
2. Blockchain ledger – Una nueva infraestructura descentralizada.
 
3. Cartera digital – Una nueva forma de interactuar por y con los ciudadanos.
 
 
“Poniendo todo esto en juego lograremos que la información sea muy difícil de falsificar y muy fácil de verificar. Esto implicará un cambio notable en las reglas del juego del mundo online. Lo que tampoco significa que los registros nacionales vayan a dejar de existir. No, ése no el objetivo. Seguirán existiendo, pero lo harán coexistiendo en una Europa que se lo pondrá más fácil a los verificadores. Es una evolución natural para salir del modelo centralizado: el papel, el pdf y la credencial verificable”.
 
Más bondades de EBSI
El evento concluyó con un encuentro de profesionales inaugurado por Katrien Vanelven, la asesora política de la Oficina Internacional KU en Lovaina, quien centró su discurso en la educación superior. “Al desarrollar estas tecnologías en las universidades, se contribuye tanto al desarrollo de Europa como a la diseminación de una tendencia que es colaboracionista, obteniendo un gran impacto en estudiantes y trabajadores potenciales, así como en los trabajadores de la administración”, aseguró.
 
Por su parte, Koen Nomden, líder de equipo del sector Seguridad Social Europea y Movilidad de los Trabajadores, insistió en la posibilidad que tienen ahora los ciudadanos para “pedir cualquier documentación”, siempre en el contexto de dos regulaciones de la Unión Europea: “la del libre movimiento de los trabajadores y la de la coordinación en la Seguridad Social”. “Respecto a lo segundo, habrá nueve documentos que serán digitalizados para ser usados de tal forma que se facilitará enormemente la vida del usuario mediante una modelo que rebaja enormemente el peso administrativo de cada operación”, aseveró. 
 
“Todo esto implicará grandes avances contra el fraude y el error. Los reducirá en una gran medida. Lo que implicará, igualmente, un aumento de la eficacia en las administraciones y, por tanto, una reducción de los costes en las gestiones para todos”, añadió.
 
Sebastiano Toffaletti, representante en la Secretaría de Bruselas de la Alianza Europea DIGITAL para las PYMEs, puso su granito de arena desde la visión del sector privado, que también ve en EBSI “un gran potencial en términos de beneficio”. “Por ejemplo, le será muy útil a todas esas compañías que encuentran complicada la legislación de la UE. Este sistema simplificará muchos de los trámites que precisan de datos, al devolver al usuario el poder sobre los mismos, por un lado, y al verificar como buena la información compartida entre compañías”, expuso.
 
 
Por su parte, Marc Tarverner, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Aplicaciones de Blockchain de Confianza, se refirió al proyecto como “una oportunidad de abrazar toda la innovación propia de blockchain”. “Desde una perspectiva política, está innovación vendrá reflejada en decisiones políticas y, con el tiempo, en regulaciones. Y esto es importante, porque cuando un proyecto llama la atención, como lo está haciendo éste, lo que ocurre es que los emprendedores llegan para apoyar la idea, lo que redunda en la creación de otros proyectos derivados del mismo”, afirmó.
 
“Por tanto, necesitamos unas políticas que fomenten la apertura del ecosistema, pues es la única manera posible de construir algo para todos los ciudadanos europeos. Queremos acceso sin fricción para todos, y eso se puede conseguir gracias a estos servicios maravillosos”, reflexionó. 
 

"La conexión entre el sector privado y el público, desde Open Source, es lo que ha hecho posible el desarrollo rápido de todo este asunto de las credenciales verificables".

Ahora bien, “¿cómo construir ese ecosistema?”, se preguntó Andrea Servida, jefe de la unidad Gestión del Conocimiento y Sistemas Innovadores de DG CONNECT. “Es fundamental que las credenciales sean verificables. Hemos visto en los últimos años cuál es su potencial en términos de poder asociar unos datos a otros. Nos ha costado 15 meses de trabajo y la implicación del sector privado. Sí, esta conexión entre el sector privado y el público, desde Open Source, es lo que ha hecho posible el desarrollo rápido de todo este asunto de las credenciales verificables desde un sistema que le otorga al usuario el control de los datos que comparte”, aclaró. 
 
“Se trata, pues, de construir un ecosistema donde primen la autorización, los efectos jurídicos y la confianza. Y para que esto ocurra, los certificados deben ser verificables en Europa. Debemos poner esta condición para estar seguros de que todo será hecho para la conveniencia de los derechos del ciudadano”, remató.
 
Una reflexión que le llevó a Marc Tarverner a formularse dos cuestiones. La primera es “qué puede hacer Europa para situarse de tal modo que saque una ventaja total de esta experiencia digital mejorada que es EBSI”. La segunda tiene que ver con las oportunidades para la Comisión, los responsables políticos y los reguladores, “que han de asegurar que el ecosistema esté bien posicionado para sacar ventaja de las citadas oportunidades”.
 
 
Para Tarverner, la primera cuestión está relacionada con la educación. Concretamente con lo que él llamó “la educación no-formal”. “Esa experiencia que uno logra desde su lugar del trabajo o navegando la red por su cuenta”. Según el ponente, es muy importante fomentar este tipo de educación, “incluso desde las propias empresas privadas”, si queremos que el usuario acabe por tener “una conciencia digital” y sepa bandearse con facilidad por el mundo online.
 
La segunda le llevó a establecer una comparativa entre las carteras para las credenciales digitales y las carteras para las aplicaciones financieras, con el objetivo de hacer entender la necesidad de tratar con sutileza la propiedad del usuario. “Los usuarios de carteras digitales financieras buscan guardar cosas que son realmente privadas. De modo que, si de repente se plantea una regulación de sus fondos, veremos cómo esa persona se siente ultrajada y se aleja de esa autoridad, provocando un desplazamiento de su dinero (y de la innovación asociada al mismo) a otro territorio. Bien, pues algo similar ocurrirá si alguna autoridad toca los datos del usuario. Por tanto, la misión principal de las regulaciones debe ser salvaguardar al consumidor, al que siempre habrá que apoyar; proteger la integridad del mercado y, en cierta medida, asegurar una protección de los servicios financieros”, concluyó.