"Nos gustaría que saliese un proyecto cada año con el objetivo de transformar la cultura 'tradicional", Marisol López Vicente (directora general de Innovación y Cultura Digital de la Generalitat de Catalunya)

 

Marisol López: Nosotros formamos parte del Departamento de Cultura de la Generalitat, pero no estamos tan centrados en la digitalización de la cultura, en plan digitalizar fondos documentales y cosas de este estilo, sino en la cultura que se crea desde lo digital. Es decir, estamos enfocados a la creación que no existiría si no se usaran herramientas de tecnología.

 

En cuanto a la creación de la Dirección General, ésta proviene de un instituto de la Generalitat, que nació entre el 2000 y 2001, y que llevaba las galerías de arte, teatrales, etc. Uno de sus directores generales, que venía del mundo del videojuego, pensó que toda esa parte de creación y cultura digital debía ser tratada en una línea similar a la del cine o el teatro. Al principio todo era específicamente videojuegos. Luego se creó un área de cultura digital dentro de este instituto , que se llama ICEC. Y ya, tras el cambio de Gobierno de hace dos años, el nuevo Ejecutivo decidió crear una dirección general específica para estos asuntos, que es la de Innovación y Cultura Digital en la que estamos ahora. Por tanto, podríamos decir que nacemos hace dos años como Dirección General, cuando la actual consellera de Cultura, Natàlia Garriga, decidió apostar claramente por este ámbito de gran potencial en Catalunya.

 

 

 

 

Marisol López: En aquel momento el videojuego ya era potente en Cataluña. No tanto como lo es ahora, pero ya teníamos empresas como Ubisoft o King, y otras nacidas aquí como como Digital Legends. Desde la Administración, en general, no se les hacía demasiado caso, quizás también porque el videojuego nunca se había acercado a nosotros para emprender un diálogo. Aparte, por aquel entonces tampoco se veía tan claro su potencial de futuro.

 

Así que, al principio, nuestra labor trató mucho sobre cómo asentar el trabajo con el sector del videojuego: conocerlo, mapearlo y, a partir de ahí, pues ir creciendo. Ahora que el tema del videojuego está más organizado y tenemos un plan de acciones, pues estamos empezando a trabajar con otros sectores, desde la parte más artística a usos diversos de tecnología en contacto con el mundo de la cultura, ya sea inteligencia artificial o el trabajo con centros de investigación. Una mezcolanza cada vez más habitual y que reúne a sectores de la cultura y la alta tecnología para trabajar conjuntamente. 

 

 

 

Marisol López: Una de las herramientas principales para trabajar desde la Administración son las líneas de subvención. Una de las líneas nuevas que hemos empezado este año está dirigida a incubadoras. Una de las más destacables relaciona Salud con gamificación. Empezó hace un par de meses y todavía no sabemos qué resultado tendrán los proyectos involucrados, pero aquí había iniciativas sobre cómo gamificar la relación de familias con hijos hospitalizados a cómo hacer lo propio con formaciones médicas o en el ámbito de la atención a enfermos mediante la gamificación de protocolos. Todos estos proyectos son importantes e involucran tanto a medios públicos como privados.

 

 

 

Marisol López: Como el Departament está compartimentado, pues toda la parte de museos lo lleva Patrimonio. Nosotros lo que hacemos es trabajar conjuntamente con los profesionales de alguna materia en concreto. Así, por ejemplo, en el ámbito de los museos, el año pasado, hicimos un challenge muy interesante relacionado con la innovación, con la gestación de una dinámica de detección de retos para que los museos catalanes puedan solventar sus desafíos mediante herramientas tecnológicas. 

 

Nos gustaría que saliese un proyecto así cada año con el objetivo de transformar la cultura, pongamos aquí muchas comillas, “tradicional”. O sea, la meta es transformar los sectores o formatos que ya vienen de un histórico. También detectar problemas y poner en juego, en ese contexto, a las empresas tecnológicas para ayudar a estos centros. Esto es lo que nos llevó a sacar adelante un challenge del que salieron tres proyectos muy distintos: de atracción de público, de dinamización de este público y del trabajo interno de los museos.

 

Aparte, hemos tenido, entre marzo y agosto de este año, una gran exposición de arte digital, de la que fuimos co-organizadores junto con el Ayuntamiento de Barcelona, en un espacio llamado Disseny Hub, que es un centro relacionado con el diseño en el centro de la ciudad. Esta exposición, llena de grandes nombres internacionales y nacionales, trató de llevar una mirada nueva, relacionada con la creación digital, a la ciudadanía, que muchas veces acaso vea la tecnología como algo frío e incluso peligroso. Queríamos, en este sentido, abrir la puerta y romper prejuicios.

 

 

 

Marisol López: Pues aquí destacaría la creación de proyectos inmersivos gracias a las líneas de subvención que comentaba antes. Antes íbamos a eventos como la Biennale de Venecia o el Sónar de Barcelona, por decir dos sitios muy diferentes, y veíamos que allí había espacios de realidad virtual y no había nada de realidad virtual local. Entonces pensamos que era necesario hacer algo para que esta realidad virtual se produzca y se vea, de modo que, el año pasado, creamos una línea de subvenciones dirigida a proyectos inmersivos. En esas ayudas entraba la realidad virtual, la realidad aumentada y el mapping, así como la creación de espacios inmersivos y la dotación de tecnología para crear esos espacios y su contenido. A la convocatoria se presentaron más de 100 proyectos y repartimos un millón y medio de euros. O sea, que había mucha gente esperando a poner sus proyectos encima de la mesa. 

 

Todo esto lo estamos trabajando con una mirada bastante amplia, que abarca desde proyectos pequeños para el Museo del Ferrocarril hasta otros relacionados con grandes nombres del mundo de la cultura que, por ejemplo, quieren crear un espacio inmersivo en su museo. Lo que buscamos es que podamos ver muchas cosas diferentes y que la gente se acostumbre a trabajar con este nuevo lenguaje, que te obliga a guionizar y a usar las imágenes de otra manera. Así que estos proyectos inmersivos que comento nos llevarán, en un tiempo, a ver cosas muy chulas y a trabajar con la internacionalización de todo este tipo de creatividad.

 

 

 

Marisol López: Este es un asunto que a mí me fascinaba, porque aquí nos hemos encontrado desde robots japoneses haciendo teatro de Chéjov hasta un espectáculo de los Rimini Protokoll que colocaron simplemente un robot sobre el escenario en Temporada Alta. Había entonces una sensación de que iba a haber una cierta robotización de la escena. Sin embargo, ahora mismo, al menos en este contexto, no veo que se mueva mucho más. Con todo, sí mentaría el proyecto Teatronika que, desde hace muchos años, hace un concurso de textos teatrales que representan los robots franceses NAO, donde también juega su parte la inteligencia artificial. En esa iniciativa está ligada la Universidad Pompeu Fabra. 

 

 

 

Marisol López: Es verdad que, sobre todo en el caso de la IA, la disrupción que ha provocado es tan grande que genera cierto vértigo, pero indudablemente también nos ayuda mucho. Nosotros, por ejemplo, hemos trabajado con una inteligencia artificial para nuestra newsletter y nuestro blog de cultura digital. Son dos iniciativas distintas a lo que se puede ver habitualmente en la Administración. Lo que queremos es ser inspiradores en el plano cultural. Esta actitud nos lleva a realizar artículos sobre asuntos tan complejos como los NFTs con el objetivo de hacérselos más accesibles a la ciudadanía. 

 

Pero es verdad que lograr el equilibrio del que hablas a veces es complicado porque todo va muy rápido. Por ejemplo, nosotros trabajábamos antes con una IA llamada Jasper. Pues bien, en un año se quedó completamente obsoleta cuando salió ChatGPT. Por tanto, es obvio que tecnologías como la inteligencia artificial tienen un lado complejo y problemático. En el plano cultural, lo creativo y lo humano van a tener que ponerse mucho más en valor y, evidentemente, va a tener que haber una regulación. 

 

 

 

Marisol López: Nosotros lo que estamos haciendo, pero que es una cosa muy básica, es un estudio sobre las citadas regulaciones. Queremos saber cómo afecta la inteligencia artificial en los sectores culturales y cómo se está regulando su uso. También, ya que hablamos de talento, sabemos que, a la hora de dar premios, hay que tener cuidado con la forma en que el artista ha usado, por ejemplo, la inteligencia artificial. 

 

Esto es un asunto serio. De hecho, estamos esperando a finales de año tener las cosas más claras y, a partir de ahí, pensar políticas. Con todo, y volviendo un poco a lo que antes comentábamos sobre la sinergia entre lo digital y lo humano, resulta interesante que este año se haya creado aquí un festival de películas hechas con inteligencia artificial liderado por la Universidad Pompeu Fabra. O sea, que los mismos creadores audiovisuales apuestan por esta forma de expresión. Veamos cómo evoluciona, pero lo que no podemos hacer es cogerle miedo a la tecnología. Tampoco en el ámbito del talento.