Niños y adolescentes catalanes reclaman un mayor acompañamiento para desarrollarse en el entorno digital

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La Generalitat de Cataluña presentó los resultados de la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia', promovida por la Secretaría de Políticas Digitales en colaboración con la Fundación Ferrer y Guardia en el marco de la 'Carta catalana para los derechos y las responsabilidades digitales'.

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Los niños y adolescentes de Cataluña tienen plena conciencia del entorno digital en el que viven inmersos y de los riesgos y oportunidades que supone, y en este sentido, reclaman herramientas que los capaciten y un acompañamiento comprensivo y no restrictivo que les permita empoderarse y adquirir criterio para afrontar los retos y aprovechar las ventajas del mundo digital con autonomía, confianza e igualdad de condiciones.

Así se desprende de la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia', el estudio participativo elaborado por la Fundación Ferrer i Guardia por encargo de la Secretaría de Políticas Digitales del Departamento de Empresa y Trabajo que se presentó en el Distrito Administrativo de la Generalidad de Cataluña. El acto estuvo encabezado por la directora general de Sociedad Digital, Liliana Arroyo Moliner, y contó con la participación de una representación de los casi 750 niños y adolescentes que han participado en el proyecto.

El informe, pionero en Europa por el hecho de incorporar la voz de niños y adolescentes en una carta de derechos digitales que les implican, se enmarca en el proyecto de la 'Carta catalana para los derechos y las responsabilidades digitales' impulsado por el Gobierno con el fin de promover un marco legislativo y democrático para garantizar los derechos humanos en la era digital. 

En este sentido, la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia' recoge las percepciones, experiencias y opiniones de niños y adolescentes de Cataluña en relación al hecho digital y extrae una propuesta de derechos que pueda orientar las políticas públicas y de los agentes educativos en este ámbito. Sin embargo, la Carta es un documento en construcción constante, por lo que el proyecto no finaliza con este estudio, sino que tendrá continuidad en el tiempo.

Casi 750 alumnos de entre 7 y 17 años de 18 centros de educación públicos de todas las veguerías de Cataluña han tomado parte en el proceso participativo del estudio, basado en metodología cualitativa. Así, han podido expresar libremente actitudes, valores y percepciones en relación a sus experiencias digitales en lo que se refiere a las capacidades y posibilidades de acceso, el uso y aprovechamiento de las tecnologías y recursos digitales, y el acompañamiento que reciben por parte personas de referencia.

El estudio se ha realizado con perspectiva interseccional, prestando atención a la edad, el género, el nivel socioeconómico y socioeducativo de los hogares y el eje rural-urbano a la hora de extraer los resultados y las conclusiones para los cuatro bloques de análisis: cómo acceden las personas menores de edad y qué uso hacen de las TIC y de Internet; cómo socializan y se relacionan en el ámbito digital; qué referentes tienen en el ámbito de las TIC y cómo se ejerce el acompañamiento; y qué derechos reclaman niños y adolescentes en relación con las tecnologías digitales.

Principales resultados del informe

De los resultados del informe se desprende que aunque el acceso y uso de dispositivos digitales está ampliamente extendido entre niños y adolescentes, existen brechas sociodigitales, especialmente relacionadas con la edad, el sexo/género, el nivel socioeconómico y socioeducativo de las familias y el eje urbano/rural, que se entrelazan entre ellas creando nuevos y diferentes cruces de desigualdad (nuevas brechas).

Estas brechas afectan al acceso a dispositivos (móvil, ordenador, tableta, etc); el uso de los dispositivos (intensidad, frecuencia y diversidad de usos de las TIC); el aprovechamiento (capacidad para sacar provecho de las TIC en las diferentes esferas de la vida) y el acompañamiento que reciben los niños y adolescentes:

- Edad: En este eje se detecta, por un lado, que la intensidad y diversidad de usos aumenta de forma proporcional con la edad (a mayor edad, mayor intensidad y diversidad de usos). Mayoritariamente, los y las menores de 18 años disponen de dispositivos propios en torno a los 11-12 años, coincidiendo con el paso al instituto, y el acompañamiento en la adolescencia genera rechazo por percibirse como control.

- Sexo/género: El acceso a dispositivos es bastante paritario, excepto en el caso de las videoconsolas (a las que prioritariamente acceden los niños). En cambio, los usos que hacen de las TIC son muy diferenciados: los niños y los chicos los focalizan en los deportes, la comedia y los videojuegos, mientras que las niñas y chicas se centran básicamente en usos relacionados con la imagen, la estética y los temas artísticos. En cuanto al acompañamiento parental, es más estricto para las niñas, ya que existe una mayor percepción de posibles riesgos en entornos digitales.

- Nivel socioeconómico y socioeducativo: Los niños y adolescentes con familias con menos recursos tienen menos acceso a ordenadores, y tanto la diversidad como la calidad de usos es menor: focalizan en usos relacionales y no académicos. Reciben menos acompañamiento parental y si lo reciben es más restrictivo. Las familias con mayores recursos optan por estrategias más diversas como la navegación conjunta, establecer límites, informar, dialogar, etc.

- Eje rural-urbano: En entornos rurales, los niños y adolescentes acceden a los dispositivos con mayor edad y con mayor espíritu crítico. En entornos urbanos, su uso es más intensivo.

De estos resultados se desprende que las condiciones de alfabetización digital para las personas menores de edad en Cataluña son muy desiguales en función de las condiciones en las que crecen, generando ventanas de oportunidad muy diferentes que acaban impactando en su participación presente y futura de la sociedad digital, así como en la posibilidad de desplegar vocaciones en el ámbito TIC, y por tanto en la posibilidad de concebirse como creadoras de tecnología y no sólo como consumidoras.

Propuesta de derechos digitales de niños y adolescentes

A partir de las aportaciones y reflexiones realizadas durante el proceso participativo por los niños y adolescentes implicados en el proyecto, la 'Carta de Derechos Digitales de la Infancia y la Adolescencia' hace una propuesta de los derechos digitales que reclaman como básicos:

- Disponer de una identidad digital: El estudio concluye que, para los niños y adolescentes, disponer de una identidad digital es una necesidad básica, suscitada por el deseo de conectar y comunicarse con los demás, pertenecer a la sociedad y, en definitiva, vivir.

- Mayor acompañamiento, pero adecuado a la edad: Los niños y adolescentes perciben como un derecho la necesidad de recibir un mayor acompañamiento (tiempo compartido navegante, establecimiento de límites, consejos e información...) por parte de familias, docentes y la resto de agentes implicados en su educación. Este acompañamiento que reclaman, sin embargo, debe ser comprensivo, no paternalista, y debe evolucionar según la edad, necesidades y madurez del niño o adolescente, haciéndolo partícipe de las decisiones para evitar la percepción de control.

- Garantizar la seguridad y protección en la red: Los niños y adolescentes reclaman políticas que protejan su privacidad, que les protejan de situaciones de fraude o violencia y que hagan accesible la información necesaria para navegar e interactuar de forma segura en la red. También piden crear mecanismos para que los contenidos de Internet, y las redes sociales, estén categorizados por edades de forma que puedan filtrarse de forma efectiva contenidos inapropiados.

- Garantizar el acceso a la red ya dispositivos digitales: En este sentido, los niños y adolescentes piden políticas que garanticen el acceso a Internet y dispositivos como el ordenador y el móvil independientemente de los recursos económicos familiares. Sin embargo, este acceso argumentan que debe darse teniendo en cuenta siempre las necesidades y madurez del niño.