Cómo será la Administración Pública digital en 2030

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Las predicciones para los próximos seis años se centran en las tecnologías cognitivas, la descentralización de los modelos de gobierno y de los datos, el crecimiento sostenible o la ampliación de la capacidad ciudadana para el desarrollo de aplicaciones.

La consultora KPMG ha publicado el informe Voices on 2030, que intenta plasmar cómo será la Administración Pública digital dentro de seis años. El estudio tiene en cuenta tanto la propia visión de la compañía como las entrevistas a numerosos líderes de entidades públicas y privadas de todo el mundo. España no está entre los 24 países elegidos y las realidades que refleja el informe son quizá demasiado utópicas, pero nos permite hacernos una idea del entorno hacia el que se quiere viajar.

KPMG identifica cinco principales “áreas disruptivas” que se asentarán en 2030. La primera es una evolución de la interacción hombre-máquina gracias a las capacidades cognitivas. El metaverso estaría completamente desarrollado y los servicios gubernamentales serían fluidos e intuitivos para la ciudadanía.

La transformación digital de estos últimos años y lo que queda de década llevará a los gobiernos a plantearse modelos descentralizados. El cambio a Web 3.0 abrirá la transformación a nuevas áreas y los modelos operativos de los gobiernos serán más ágiles, cooperativos y resilientes.  La descentralización también se dará en el dominio de los datos, que se desplazará hacia el individuo. La accesibilidad de tecnologías como la informática cuántica redefinirá la seguridad de los datos y los gobiernos tendrán que adaptarse a la nueva realidad.

Las herramientas de automatización y las soluciones low-code y no-code estarán tan extendidas que los ciudadanos serán desarrolladores capaces de transformar sus vidas y organizaciones, así como la naturaleza del trabajo. Por último, el crecimiento sostenible será una realidad. Los entornos virtuales y los gemelos digitales permitirán a las administraciones comprender el impacto medioambiental de sus decisiones y los gobiernos invertirán en nuevas tecnologías que apuntalarán el crecimiento sostenible.