Presente y futuro de una España sostenible y digital (III)

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El 36º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC se cerró con diversas intervenciones de interés centradas en el presente y futuro de los PERTEs, las PYMES y la Justicia digital.

La digitalización de la PYME es fundamental en un país como España, donde este tipo de empresa constituye casi la totalidad del tejido empresarial. Por ello, la última jornada del 36º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones de AMETIC le dio la apertura a Raül Blanco, Secretario General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa.
 
“Sin fábricas, sin industrias, no hay economía ni sostenibilidad. Necesitamos una industria local para recuperar una actividad manufacturera que también redunde en la innovación tecnológica. La industria, además, estructura nuestra sociedad mediante acuerdos complejos que, por ejemplo, fijan población en el territorio. Buscamos, por ello, hacer una política industrial compleja. Buscamos proyectos de masa crítica, que trabaje con proyectos tractores ligados a las cadenas de valor”, declaró. 
 

 
Esta política industrial, vinculada con Europa, “es riesgosa, pero necesaria”. “Necesitamos normativa europea, de presupuesto común, donde se compita y se colabore mediante dinámicas complejas. Un marco que debe tener estabilidad y continuidad para que, con independencia de quien esté en el gobierno, exista consenso respecto a la industria”, insistió.
 
Un plan cifrado en tres claves:
 
- Pacto de Estado por la Industria
- Ley de Industria 
- Estrategia industrial
 
A continuación, Cristina Gallach, Comisionada Perte Nueva Economía de la Lengua; Miguel Belló, Comisionado del PERTE Aeroespacial; y Jaime Martorell, Comisionado PERTE Chip, disertaron sobre el estado actual de tres proyectos esenciales en la modernización de España.
 
La primera tildó el plan de “oportunidad y necesidad”. “Son las palabras que escojo para explicar el proyecto. La oportunidad viene unida al hecho de que, en los últimos años, ha habido un cambio fundamental en todo lo que se refiere a la IA, especialmente en la basada en el procesamiento del lenguaje. Y respecto a necesidad, creo que las máquinas tienen que hablar más español y menos inglés. Algo ligado, a la vez, a la citada oportunidad”, explicó.

"En los últimos años ha habido un cambio fundamental en todo lo que se refiere a IA, especialmente en la que está basada en el procesamiento del lenguaje".

 
“Nuestro equipo tiene especial cuidado con mantener a los países iberoamericanos informados y hacer proyectos comunes. Porque una red en España de centros de excelencia de IA hermanados con Iberoamérica tiene muchísimo más potencial de impacto que si funcionara sola. Queremos, pues, escalar con una lengua compartida, como es el español, porque es práctico y lo más adecuado”, zanjó. 
 
Miguel Belló, por su parte, recordó que los PERTEs se han construido “en base a ejes como la transición ecológica, la transformación digital o la cohesión social y territorial”. Unos ejes desplegados en 6 componentes que afectan, de forma transversal a los ministerios. “Los comisionados debemos articular la actividad en estos ministerios. Nuestro deber, en particular, es ayudar a la industria para que pueda enfrentarse a los grandes retos del sector, como ocurre, por ejemplo, con el problema de la huella de carbono en la aeronáutica”.
 
En este contexto verde, la integración de los drones es esencial. “¡Y qué decir de los satélites! Ahora, cualquier país, como quien dice, puede mandar el suyo propio. Ya no lo hacen estados, sino compañías privadas. Hemos de entender este nuevo paradigma, porque el satélite hoy no es una construcción artesanal, sino industrial. Se hacen docenas a la semana. Hay que hacer una cadena de producción, y el PERTE quiere ayudar en esto”, explicó.
 
 
Para ello, el Ejecutivo articula una financiación público-privada desde 18 actuaciones que, por ejemplo, ha supuesto la creación de un gran centro de test de drones. “Ya tenemos uno en Galicia, otro en Jaén y está proyectado otro en Huelva. Además, hay una nueva plataforma aérea de investigación. Y, por si fuera poco, queremos crear un lanzador de satélites, porque queremos que España pueda poner un satélite en órbita. Queremos entrar en ese club”, aseguró.
 
Esta fijación por lo satelital no es gratuita. Más allá de cuestiones de conectividad y computación cuántica, la formación de una “constelación atlántica junto con Portugal servirá para obtener datos imprescindibles a la hora de anticipar accidentes naturales, ya sea en tierra o en mar, cada 3 horas”. Las bondades de una industria que, además, es capaz de generar hasta 14.000 trabajos. 
 

"El PERTE Chip es un proyecto estratégico, clave para el continente, que sí puede hacerse, sobre todo de la mano de países tan competitivos como España".

El cierre a esta mesa lo puso Jaime Martorell, quien recalcó la fuerte inversión que implica el PERTE Chip del cual él es comisionado. “La inversión responde a la naturaleza de la industria en sí. Pero hemos de entender la importancia de esta industria. La fabricación de chips se delegó en Asia y, hoy por hoy, esto es un problema. No puedes diseñar el 60% de los chips y crear sólo el 8%. Menos aún si hablamos de un volumen de mercado que, en 2030, habrá doblado lo que se crea hoy. Por tanto, hay que involucrarse en este proceso ya”.
 
“Este PERTE quiere que haya una o dos fábricas, en principio, fabricando con la tecnología más avanzada posible. Necesitamos crear en ecosistema necesario que haga que estas fábricas sean la pieza de un puzle que nos haga crecer. Y no sólo a España en particular, sino en toda Europa, como recalca el Chip Act”, comentó.
 
Todo un reto, sin duda, pues el volumen de fabricación de chips “debe multiplicarse por 4 hacia el 2030”, ya que el crecimiento del mercado empuja a ello. “El desafío es muy importante. Se trata, no en vano, de un proyecto estratégico, clave para el continente, que sí puede hacerse, sobre todo de la mano de países tan competitivos como el nuestro”. 
 
 
El último sector en transformación del que se habló en el encuentro fue Justicia. La palabra la tuvo Aitor Cubo Contreras, Director General de Transformación Digital de la Administración de Justicia: “Digitalizar nuestro ámbito sólo es posible mediante la colaboración público-privada. En España somos referentes en la Comisión Europea para el desarrollo de la Justicia digital, y esto es posible gracias a este tipo de colaboración, junto con la capacidad que tenemos para una co-gobernanza entre territorios y el liderazgo de la Ministra, que no dudó en poner a un tecnólogo al cargo de este sector”.
 
Cubo continuó su exposición recordando la importancia de la inmediación digital y la robotización en el sector (“nadie ha hecho tantos juicios telemáticos, sin papeles en los juzgados”), y lamentó que estos avances no estén siendo trasladados a la ciudadanía. “Esto tenemos que contárselo a la gente. La ciudadanía debe entender que ya no son los procesos tan pesados como antaño. Que gracias a los procesos de digitalización venidos de los 410 millones de fondos europeos dedicados a este asunto hoy no es un engorro hacer un trámite en un juzgado”, expresó. 
 
Por último, apostó por la interoperabilidad semántica, “porque un hurto no es lo mismo en Estonia que en Alemania”. Un proyecto de complicidad entre países que también se está llevando a Hispanoamérica. Asimismo, recalcó la importancia de la ominanalidad, “o sea, la posibilidad de usar varios medios, telemáticos o presenciales, para realizar las gestiones”.
 
 
El cierre al repaso de la realidad digital española lo puso Nadia Calviño en una intervención telemática. Para la Vicepresidenta Primera del Gobierno de España, “el Ejecutivo ha pasado de una aproximación regulatoria a una agenda muy ambiciosa que ya se está haciendo realidad”. “Desde el 2020, han empezado a fluir los fondos europeos, y se han publicado ocho planes detallados de transformación en otros tantos ámbitos. Todo amparado en la Carta de Derechos Digitales para proteger a la ciudadanía. España digital 2026 es, pues, una estrategia ambiciosa y coherente con un impacto triple: infraestructuras, economía y personas”, afirmó. 
 
La vicepresidenta quiso recordar, antes de despedirse, la importante subida española en el índice DESI, “que demuestra que vivimos un momento clave en la reindustralización del país, que se está realizando de forma sostenible y digital, pues hemos partido en buena posición para aprovecharlo. Hay excelentes infraestructuras digitales, una Administración Pública digitalizada, un sector de las telecomunicaciones con mucho talento, recursos del plan de recuperación y con una hoja de ruta que es una brújula en tiempos de incertidumbre”.
 
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